(Piura, 19 julio 2018)
Luis Gulman Checa
A los alcaldes les ha sido asignada una tarea
inédita y jamás imaginada, pues, según la docta opinión de la aguda y crítica
sección “Chiquitas” del diario “Correo”; no solo tendrán sobre sus espaldas la
ardua tarea de lograr que los ámbitos bajo su jurisdicción sean lugares vivibles
para los ciudadanos sino que, también, en
adelante tendrán a su cargo el cuidado de los infantes, incluido, supongo, la
remoción oportuna de pañales.
¿Cómo pontificó “Chiquitas”?
Frío Intenso
Los chiquiespías nos cuentan que el alcalde de la
provincia de Ayabaca, Humberto Marchena, poco hace para proteger a los niños
del frío que se registra en la zona. Varios pequeños han resultado con serias
heridas en sus rostros por las bajas temperaturas. ¡Ajá!
Lo que no especifica son las medidas que el
descuidado alcalde debiera haber dispuesto para prevenir los daños ocasionados por
el intenso frío a los niños:
·
¿Omitió
repartir estufas en los hogares de la provincia donde habitaban párvulos?
·
Apoyado
en el reciente censo, ¿debió enviar al domicilio de cada niño, chuyos,
guantes y mantas de lana?
·
¿Se
le chispoteó adecuar un ambiente municipal debidamente temperado para resguardar
a los niños del intenso frío?
Habría que preguntar al docto y agudo crítico cuáles
fueron los pecados perpetrados por el alcalde,
quien, probablemente, sería pasible de una denuncia por atentar contra la vida
y la salud de los infantes por grave omisión de funciones propias del cargo.
Aunque, mirado el pronunciamiento comentado bajo otro
cristal, podría convertirse en un formidable filón para potenciar programas de
gobierno con ofrecimientos, antaño, inimaginables:
“Durante mi mandato, cada niño, desde
que nace hasta cumplidos cinco añitos, será atendido en sus necesidades de todo
orden por mi administración municipal”.