DECLARATORIA DE EMERGENCIA: ¿PANACEA DIVINA?

(Piura, 10 julio 2018)

Luis Gulman Checa

Empecemos recordando cuál es la definición de tan manido término:

Situación imprevista que requiere especial atención lo antes posible.

Ejemplos típicos son, por ejemplo, incendios, accidentes de tránsito, infartos, derrames cerebrales, etc.

Entonces, ¿podría calificarse como estado de emergencia la economía de una persona que, ganando mensualmente como 10 gasta como 20 y a mitad de mes no tiene un céntimo en el bolsillo? Hay muchos términos para describir tal situación que no tienen ninguna similitud con emergencia.

Sin embargo, increíblemente, llegan voces del Alto Piura clamando por la inmediata declaración del ¿bendito? estado de emergencia en el valle porque el agua, aducen, se les está terminando y los cultivos de raíz pagarán pato.

“El Tiempo”, reincidiendo en tan burda desinformación vuelve a acoger el reclamo y trajo la siguiente nota en la edición de la fecha:

El agua en la zona del Alto Piura duraría solo hasta fin de mes.

Resumiendo, se difunden tal y como si fueran bulas papales, opiniones de ¿dirigentes? zonales advirtiendo que este mes se acabará el agua para atender los cultivos de modo que solo quedará para el consumo doméstico.

Tal información es tan falsa y vergonzosa como si se hubiera publicado que sobre la ciudad de Chulucanas había sobrevolado una piara de chanchos.

¿Cuál es la verdad?

Que, en un año hídrico como el actual, el Alto Piura es la zona bendecida  al contar con el mejor reservorio colmado de agua: el freático, el cual, sin haberle costado ni un céntimo al Estado ni, menos aún, requerir ingentes recursos para darle mantenimiento, a diferencia de los artificiales, brinda, generosa y desinteresadamente,  el LÍQUIDO ELEMENTO a los auténticos y honestos agricultores.

Se comprende que me refiero a los que, ancestralmente, han basado la actividad agrícola en la perforación, equipamiento y operación de pozos tubulares o norias, según el caso.
No obstante, supongamos, habida cuenta que la corrupción tiene infectado, prácticamente, todo el aparato público (*), que tal estado fuera declarado:

¿Qué acciones, medidas, y/o dádivas implementaría el jefe del COER, importante funcionario del magnífico/formidable  gobierno regional de Piura, a quien está suplicándole el señor Nelson Mío, alcalde de La Matanza, que busca mudarse con bártulos y todo a la municipalidad provincial de Morropón, mover sus influencias para lograr  tal declaratoria?

¿Seguiremos vivos el día que el oportunismo y la sinvergüencería hayan sido erradicados?


(*) Deprimente y desmoralizante el escándalo desatado al interior del Consejo nacional de la Magistratura. Y ahora, ¿quién podrá defendernos?