ZAPATERO A TUS ZAPATOS
(Piura, 17 julio 2018)
Luis Gulman Checa
¡Al César lo que es
del César y a Dios lo que es de Dios!
La base de la fe católica, s. e. u o., es que
nuestra vida terrena no es más que un soplo para darnos la posibilidad de gozar
eternamente de las mieles y delicias al lado de Dios Nuestro Señor.
Entonces, siendo ello así, ¿acaso para los
católicos los hombres más importantes y trascendentes no vienen a ser otros que
nuestros guías espirituales abocados a marcarnos el camino para lograr el
ansiado objetivo?
Siendo la respuesta inobjetablemente afirmativa,
ellos se sitúan muy por encima de dignatarios mundanos por más alto que sea su
rango/alcurnia: Reyes, Emperadores, Presidentes, Magistrados, etc., por cuanto
su poder, únicamente, se circunscribe al breve
lapso de nuestra existencia terrena.
Por lo expuesto, el desconcierto me abruma al
tomar conocimiento de la declaración de
un alto dignatario católico:
Cardenal Barreto pide
apoyar reforma judicial impulsada por Martín Vizcarra.
Pedro Barreto considera que la medida debe contar con
apoyo de todos los poderes del Estado.
Además, ratificó su llamado a la ciudadanía para levantar
la voz y actuar frente a la corrupción. (*)
Ante tales declaraciones me viene a la mente
una duda:
El Cardenal, con tal
afirmación, ¿estará siguiendo el camino trazado por Jesucristo o se desvió del
mismo invadiendo campos ajenos al meramente espiritual?
Nadie puede estar en desacuerdo con conductas
promovidas por la Iglesia Católica tendentes a viabilizar nuestro acceso, luego
de la muerte, al anhelado Paraíso Terrenal para gozar, eternamente, de todas
las dichas imaginables:
·
Dar
de comer al hambriento.
·
Amparar al desvalido.
·
Atender
al herido.
·
Sepultar
a los difuntos.
·
Confortar
a los deudos.
Pero que un dignatario como ahora Pedro
Barreto y, anteriormente, en muchas
oportunidades, Juan Luis Cipriani, se
manifiesten cual políticos en campaña; me parece inadecuado y
lamentable, por cuanto dejan de lado u olvidan su tarea millones de veces más trascendente
que el vacuo devenir cotidiano.
¿A qué tarea me refiero?
LOGRAR QUE NUESTRAS ALMAS RECALEN EN EL PARAÍSO MAS NO EN
EL INFIERNO.
(*) ¿Llamando a la
insurrección?