PERÚ: PAÍS EN CRISIS

(Piura, 05 julio 2018)

Luis Gulman Checa

Acabado el respiro representado por la participación de nuestra selección de fútbol en el torneo mundial de Rusia, el paupérrimo nivel de la “clase política” nacional vuelve a quedar expuesto a la consideración de la opinión pública con las predecibles y mayoritarias condenas a la misma.

Reflexionemos preguntándonos:

¿Cómo puede un país prosperar si, los estamentos fundamentales para generar estabilidad y condiciones favorables para ello, son los principales gestores del caos, disputas, intrigas y desborde de apetitos proselitistas personales en detrimento del bien general?

Imaginemos una familia integrada por padre, madre y cinco esbeltas y apetecibles doncellas que se sustenta regentando/administrando un prostíbulo a la vuelta de su domicilio. La pregunta sería:

Cuál,  creeríamos, sería el futuro que les espera a las hijas: ¿calco y copia  de la Virgen María o Santa Rosa de Lima o, por lo contrario, una vida airada y alegre mientras el cuerpo se  los permita?

Entonces, si el Congreso de la República es chazado/vilipendiado por la gran mayoría de peruanos; si el Poder Ejecutivo devino en títere/pelele del ya descalificado Congreso; si la corrupción brota incontenible donde se ponga el dedo y/o dirija la mirada; si, como prueba indiscutible que el Estado es visto cual botín, tan igual como antaño piratas  y  filibusteros veían los galeones cargados de riquezas rumbo a España, como lo demuestran los cuchocientos mil peruanos y peruanas deseosos/ávidos de acceder a ¿manejar? los, actualmente, irredimibles gobiernos locales:

¿Estamos o no en crisis casi terminal?

Sigamos reflexionando respecto a las medidas adoptadas cuando la gangrena afecta algún miembro del cuerpo humano. ¿Cuál es la drástica medida para evitar la muerte de la persona? Amputarla la parte corrompida para mantener sano el resto del cuerpo. Entonces, llevada tal situación a la crisis que nos asola como país:

¿Acaso no está más claro que el agua que la única solución es propinarle una patada a ambos: Legislativo y Ejecutivo?