“EL NIÑO”: ¿OTRA VEZ ANDRÉS?

(Piura, 30 julio 2018)

Luis Gulman Checa

La información de primera plana de la edición de “El Tiempo” de la fecha, ratifica, por si hubiera alguna duda al respecto, que los piuranos no tenemos remedio y seguiremos, hasta el fin de los tiempos, bailando al ritmo impuesto por los pitonisos, de todo color y pelaje, sobre los designios de la naturaleza.

Urge acelerar obras ante anuncio de un nuevo Niño en Piura.

Jefe del Instituto de Defensa Civil asegura que en setiembre se conocerá cuál será la intensidad del fenómeno y pide premura a las autoridades.

Alcaldes de Sullana, Tambogrande y Castilla reconocen que distritos no están protegidos y el COER prefiere esperar más información.

¡Cuánta falta nos haces recordado Ramón!

¿Acaso el diario está lanzando, subliminalmente, el ruego al presidente Martín Vizcarra que, por amor a Dios, restituya los poderes que tuvo el exministro de Agricultura, sí, el de las des colmataciones, para que irrumpa, una vez más en nuestro territorio a la cabeza de su equipo de profesionales impolutos/impecables para que, premunidos de una bolsa gigante rebosante de billetes, nos construya en el término de la distancia las defensas, muros, fortalezas y drenes descomunales para protegernos de la furia incontenible e inhumana de las jamás vistas ni soñadas lluvias que nos azotarán, el próximo verano, mil veces más cruelmente que el castigo infligido a las pecadoras Sodoma y Gomorra?

El peligro que nos amenaza adquiere mayores visos de verosimilitud ante las doctas opiniones vertidas por varios distinguidos señores alcaldes, todos los cuales, en el curso de su mandato, han dejado claro y patente su capacidad, idoneidad y visión para afrontar y erradicar los problemas que asolaban a sus gobernados desterrándolos de raíz y para siempre tornando idílica la vida en sus ámbitos de gobierno.

¡Dios los premie y bendiga cuando dejen este valle de lágrimas!

Como no debemos descuidar ningún arma para protegernos de la anunciada catástrofe, felizmente, tenemos ad portas la celebración y rendición de honores tanto a la Virgen de las Mercedes de Paita como al Señor Cautivo de Ayabaca. Por ello, la tranquilidad debe inundar nuestros espíritus, por cuanto, podemos tener la absoluta seguridad que nuestros ruegos serán escuchados y su intercesión servirá para echar donde se merece el cizañado pronóstico:

AL DESAGÜE.