REITERANDO RUEGO AL ARZOBISPO
(Piura, 25 marzo 2019)
Luis Gulman Checa
La escalofriante información propalada por “El
Tiempo”, edición de la víspera, reconfirmando que el gobernador, Servando
García, no solo ha sido poseído por el demonio sino que las huestes infernales
se han abatido sobre Piura para destruirla; me lleva a dirigirme una vez más,
humilde y respetuosamente, a nuestro Arzobispo, rogándole ejercer sus
prerrogativas y condición para limpiar el alma del poseído.
Horripilante titular
de primera plana:
En solo tres meses se
duplicó planilla del Proyecto Chira
Piura.
En diciembre de 2018 había 68 locadores, 75 en enero, 84
en febrero y 112 en marzo. Pago se elevó de 112 mil a 259 mil soles, más del
doble
Unidad de Contabilidad advierte a Oficina de
Administración: si no se toman correctivos, podrían haber problemas presupuestales
Sin embargo, un tenue y esperanzador rayo de
luz se asoma en el horizonte, pues, el responsable directo de esta rapiña, el
gerente designado por el gobernador al frente del proyecto Chira Piura, Marcial
Cunia Chinguel - fallido candidato a la alcaldía del distrito de Castilla y
bachiller en Derecho por la Univ. Alas Peruanas -, renunció al cargo el pasado
día viernes.
Así, entonces,
como la esperanza nunca debe morir, confiemos que S.G. designe en el cargo a
una persona joven, capacitada y honesta para que enrumbe, el antaño señero
proyecto, por el camino correcto y cumpla todos los objetivos pendientes, como,
por ejemplo, culminar, de una vez por todas con la serie de obras pendientes de
la III Etapa, Desarrollo del Valle del Chira y, también y muy importante, asuma
la gestión del Alto Piura, lógica y natural IV Etapa del PECHP, lo que implicaría
un muy importante ahorro de recursos públicos actualmente malversados con la
ilegal existencia de dos proyectos: Chira Piura y Alto Piura.
Al respecto, ante la enésima vez que menciono
este atropello/latrocinio:
La Contraloría
General de la República, ¿aún existe?
Ratificando que el presente ruego es
pertinente, un miembro de la curia, el Pbro. Miguel Medina Pacherre, en el
mismo diario y edición, ha calificado al alcalde de Piura, no muy
disimuladamente, de inepto, torpe e inhumano además de bravucón por amenazar
con agarrar a patadas a los encargados de la limpieza pública.
Entonces, si un subordinado está capacitado
para exorcizar (entiendo que tal ha sido la intención del Presbítero) al alcalde provincial de Piura, ¿acaso no devendría
en perfectamente natural que el jefe máximo, el Arzobispo, haga lo propio con
el gobernador con el fin de preservar la vida, salud y bienestar de sus desvalidas
y, hasta ahora, abandonadas ovejas?