EMERGENCIA ALTO PIURA: ¿POLITIQUERÍA PROSELITISTA?

(Piura, 19 mayo 2018)

Luis Gulman Checa

Si la historia oída el día de ayer fuera cierta  - en razón de la absoluta irracionalidad de exigir la inmediata declaratoria de emergencia en el valle del Alto Piura por brutal y criminal sequía - y habiendo varias razones para así creerlo, a los piuranos no nos quedaría más recurso que encomendarnos al Espíritu Santo para librarnos de la asquerosa corrupción diseminada en el aparato público.

Así como en artículo reciente me referí a lo innovadores que se han vuelto los saqueadores del Estado por el invento de la inútil pero lucrativa, para sus sucios bolsillos,  des colmatación; hoy día, reconfirmando la incontenible creación de nuevos métodos rapiñadores del erario, todo indicaría que el director regional de Agricultura, siguiendo órdenes perentorias e inapelables, sabrá Dios de quién, se ha lanzado, imitando a Alfonso Ugarte pero por razones diametralmente opuestas,  a exigir el ya citado absurdo/injustificado/irracional “Estado de Emergencia” para el Alto Piura.

¿Qué habría, realmente, tras esta vergonzosa payasada?

Ni más ni menos que proselitismo político a favor del alcalde distrital de La Matanza, Morropón,  quien, imitando al de Tambogrande - deseoso de asentar  sus posaderas en la MMP -   ansía, aspira y desea ardorosamente asumir  la alcaldía provincial de Morropón para seguir trabajando, bregando e, incluso, dispuesto a desangrarse en el camino, en pro del bienestar de los alto piuranos.

Pero, a qué proselitismo se refiere el escriba, se preguntará usted, estimado lector. Al siguiente:

Si dicho alcalde distrital viene pregonando a los cuatro vientos que la sequía los asola, el ganado muere de hambre y sed, los cultivos agonizan y, la hambruna, cual África sub sahariana, amenaza a los pobladores del Alto Piura y, gracias a sus desvelos y tesón, la tal emergencia fuera decretada, ¿acaso no llegaría cargado en andas de plata a la municipalidad provincial de Morropón?

Además y para peor, ambos, el de Tambogrande y el de La Matanza, para las próximas elecciones decidieron hermanarse, postulando, de la mano de Wilmar Elera, aspirante a la gobernación, bajo el manto protector de Somos Perú.