SEÑOR PRESIDENTE VIZCARRA: ¿TIENE O NO TIENE?

(Piura, 24 mayo 2018)

Luis Gulman Checa

Una vez más, la edición de “El Tiempo” del día de ayer, fiel a su costumbre de oponerse al desarrollo de Piura, atizó el fuego encendido por los pescadores - valientes y abnegados defensores del medio ambiente frente a cualquier peligro/amenaza que pudiera atentar contra su inmaculada pureza -, quienes, son tan consecuentes con su prédica que, aunque parezca mentira, han llegado al extremo de eliminar de sus embarcaciones los malditos y nefastos motores de combustión interna evitando así el riesgo que alguna gota de aceite o petróleo contamine el impoluto MAR DE GRAU.

Honor, gloria y reconocimiento, a estos dignos peruanos quienes, para poner en nuestras mesas el pescado, surcan el mar haciendo avanzar sus naves con la fuerza de sus brazos,  dándole y dándole a los remos.

¡Dios los acoja a su lado cuando les llegue la hora!

Confiando en que cada uno  interpretará las expresiones vertidas líneas arriba de acuerdo a su particular criterio; me remito al epígrafe para precisar a qué me refiero cuando pregunto si tiene o no:

Obvia y lógicamente a aquello que ponen las gallinas y que disfrutamos pasados, duros o fritos: HUEVOS.

El Señor Presidente, quien se ha visto obligado a tomar el timón de una nave que, parecería, va rauda a colisionar con un inevitable y mortal escollo; tiene la brillante oportunidad de demostrar si, realmente, está capacitado y tiene las condiciones para dirigirla, según cómo tome la exigencia de los pescadores.

Si se zurra en ella y continúa adelante (como sería en cualquier país auténtico donde los gobernantes gobiernan y los pescadores pescan) con las concesiones otorgadas, no por su antecesor sino durante aquel período de gobierno; demostraría que sí los tiene y bien puestos.

Si, fatalmente, en contraposición a la urgente necesidad de incrementar los ingresos del erario, como acaba de quedar patente por el incremento de varios impuestos, el Señor Presidente se sometiera a tan irracional exigencia, los peruanos estaríamos avisados que pasamos de Guatemala a Guatepeor, quedándonos, únicamente, la opción de ir a los templos a rogar para que la salvación nos venga del más allá.